miércoles, 5 de noviembre de 2014

EMPRENDIMIENTO SOCIAL
Hay personas que todavía hablan sobre aportarle al país un  granito de arena,  o los que se les va la vida queriendo hacer obras de caridad o soñando con hacer pequeños aportes para una nación con grandes necesidades; no nos podemos quedar en el simple hecho de querer, pues nosotros no vinimos al mundo para ser cérvidos, sino para servir (Marcos 10:45).
Hay quienes quisieran, algún día incorporarse en un proyecto social o quienes añorarían ayudarles a comunidades desfavorecidas, Unos aspiran a hacerlo, pero otros, ya lo están logrando, pues al ver una comunidad que es carente de algún objeto vital como lo es el agua, la comida o la luz, no puedo quedarme quieta y soy capaz de quitarme el pan de la boca para dar celo a las personas menos afortunadas, pues Dios nos ha mandado a amarnos con amor fraternal (Romanos 12:10) y a sobre llevar las cargas los unos de los otros(Gálatas 6:12).
Hoy en día existen corporaciones con el propósito de servirle a la gente, cuyo mayor capital está, en la humanidad de quienes hacen parte de estas empresas que sobreviven con altruismo al entorno egoísta-capitalista que se ha tomado el mundo, pero que aún así, teniendo mil dificultades no se cansan se servir, de ayudar a las personas (Gálatas 6:9-10), sino que buscan implementar el sentimiento de servicio, dando el primer paso, las iniciativas de un proyecto que pronto, si todos cooperamos, cambiara el mundo.
El emprendimiento social ha crecido en Colombia siendo invisible ante los ojos de miles de ciudadanos, los cuales todavía no entienden este poderoso concepto. Se trata de una asociación deliberada de individuos libres (Gálatas 5:13), una suma medianamente grande en torno a una causa distinta que la de hacer dinero, pues así como Jesús sirvió a sus discípulos al lavarle los pies a todos ellos (Juan 13;12-15), así también nosotros debemos hacer las acciones sin esperar nada a cambio.

Si estamos dispuestos a unirnos a la iniciativa del Emprendimiento social, que sea una acción guiada por su conciencia, y no una acción por vana gloria o por esperar ganar algo a cambio, más bien hacedlo con disposición y humildad, no mirando únicamente por lo propio, sino también por lo de los demás (Filipenses 2:3-4).

jueves, 23 de octubre de 2014



LA INDIFERENCIA

Es el estado de ánimo en que una persona no siente inclinación ni rechazo hacia otro sujeto, un objeto o un asunto determinado. Puede tratarse de un sentimiento o una postura hacia alguien o algo que se caracteriza por resultar positivo ni negativo. Es un punto intermedio entre el aprecio y el desprecio. Si alguien siente aprecio, ese sentimiento resultará agradable y activo; en cambio, si siente desprecio, se tornará en algo que se pretende rechazar. Al mostrarse indiferente, el sujeto se vuelve apático al respecto.
















LA SOLIDARIDAD


La solidaridad se define como la colaboración mutua en la personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se viven experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.